Escritura 360º
La vuelta completa alrededor del texto
He dedicado los últimos años a completar mi particular vuelta de campana al texto. Más que vuelta, espiral abierta, porque se sabe cuándo empieza su viaje un texto, pero nunca cuándo termina. Un suceso tan cotidiano hoy, tan complejo siempre, en ocasiones mágico, porque a pesar de las mil operaciones o pequeñas transformaciones y tránsitos que muchos textos sufren… parece que llegan a nosotros como al oído, casi recién musitados, pasmosamente cercanos, intensamente vivos.
Ahora conozco muy bien y muy de cerca ese viaje del texto, técnica y creativamente, por encima y por debajo, por delante y por detrás. Conozco el recorrido que puede completar desde su creación hasta su lector o espectador, a través de distintos canales o soportes de exhibición.
Sorprende y maravilla la cantidad de trabajo que implica el hecho de leer o escuchar algo que alguien ha escrito en algún momento, hace quizá diez siglos en la casa de al lado, hace quizá dos horas en las antípodas.
Impresiona pensar que el guion del capítulo de una serie que viste anoche en realidad se escribió hace casi un año, a dos o cuatro manos; después fue interpretado por unos actores, luego traducido a varios idiomas y finalmente adaptado para doblaje o para subtítulos.
No importa: se trabaja para que puedas elegir, para que el texto llegue a ti en las mejores condiciones posibles. Se trabaja mucho y trabajamos muchos, en distintos tiempos y espacios.
Me gusta acompañar el viaje de tu texto, breve o extenso, original o adaptado, científico o de ficción, profesional o creativo, hacia donde tú quieras. Dejarlo volar es más difícil a veces que prepararlo para el camino… y eso nadie puede hacerlo por ti. Para todo lo demás, cuentas con ayuda y asesoría profesional.
La Grafología me ha mostrado lo que ocurre cuando escribimos; el punto de partida, la formación de letras, palabras y frases cuando damos forma a las letras sobre el papel.
El manuscrito refleja nuestro consciente y nuestro inconsciente mientras realizamos la acción de escribir. Interesantísimo punto de vista el que aporta la grafología sobre nuestra forma de ser y nuestro modo único de concebir e interpretar el mundo alrededor.
Tu mano ejecuta, pero es tu cerebro el que escribe. Ocurren muchas cosas y pasan muchas otras por él mientras se suceden tus palabras, tus líneas, tus párrafos, y todo termina de aclararse cuando firmas: te haces más presente. También más inconsciente.
El análisis de tu escritura personal se formaliza a través de un informe grafológico de personalidad.
Como Perito Calígrafo y Experto en Grafología aplicada a la gestión de Recursos Humanos, realizo diversos tipos de informes grafológicos.
¿Quieres saber más sobre el informe grafológico de personalidad?
El proceso hasta el punto de llegada: destinatarios, soportes, canales
Mi experiencia en creación, traducción, redacción y tareas editoriales como la corrección ortotipográfica o de estilo, la corrección de ferros o pruebas de diseño gráfico, maquetación e imprenta, la elección del tipo y gramaje de papel, me han dado profundo conocimiento de la llegada física del texto original ante ojos o entre manos ajenas, ya como libro, envío postal, separata, programa de mano, folleto, cartel, etc.
La rutina cotidiana me ha llevado, evidentemente, hacia los soportes digitales: procesadores de texto, libretos, infoproductos, impresión doméstica, correos electrónicos, boletines, páginas web… Pero hay más, mucho más.
Ese texto creado para el cine o la televisión a menudo nos llega a través del doblaje, y eso pasa por traducción, adaptación específica y, por supuesto, el salto a la voz, un tránsito de la escritura a la oralidad no siempre fácil ni evidente, aunque a mí se me antoja una suerte de retorno al inicio.Los textos escénicos nos llegan en versión original ya con cierta frecuencia y recurrimos al subtitulado de traducción. Pero también existe el subtitulado accesible, con sus normas y exigencias, y desde luego existe la interpretación en lengua de signos, que implica una relación con las palabras y el texto muy distinta a la que frecuentamos los oyentes. Estas otras dimensiones del texto, o más bien de su recepción, son altamente enriquecedoras e impactan sobre la propia forma o definición del texto, si se tienen en cuenta desde el inicio.
Continúa el texto su andadura hacia el audiolibro de forma casi natural, aunque no tanto, puesto que este soporte ha tardado lo suyo. Celebramos hoy el auge de la ficción sonora o los podcast como hace más o menos cien años se celebraba la radio y hace tres o cinco mil años se celebraban las historias al amor de la lumbre.
Y continúa el texto, continúa, reinventándose y naciendo tantas veces… y continúa revisándose, corrigiéndose, transformándose a cada paso del camino.
¿Cómo te puedo ayudar con ese texto? ¿Me permites acompañar y empujar contigo?
Tipos y formas de texto, por ejemplo
Escribir es una acción. El texto, su consecuencia inmediata. La lectura es una segunda acción que necesariamente completa la primera. Pública o privada, íntima o colectiva, en voz alta o en voz baja, la lectura vendría a ser el colaborador necesario para la escritura; el texto, entonces, el asunto o negocio que interesa y compromete a las partes involucradas. A partir de ahí, cada cual decide las posibilidades para sus textos, las condiciones de sus lecturas.
Me dijo Luis Prendes en cierta ocasión, tomándome el brazo y mirándome intensamente a los ojos: “Tienes que leerlo todo, hasta el santoral y los almanaques. Prospectos de farmacia, instrucciones de montaje… todo”.
Hace ahora treinta años que me impactó el veterano actor, de tal modo que devoro todos los prospectos de farmacia que llegan a mis manos, carteles del metro y el autobús, leyendas del rey de oros, bandos municipales, anuncios o avisos que pegan en las farolas, pegatinas informativas de las gasolineras… todo, o casi todo.
Otro tanto hago, o intento hacer, con la escritura y los textos: todo o casi todo. Eso no lo imaginaba el actor, pena no poder contárselo ahora. Desde un trabajo académico de historia en verso hasta un programa de mano en forma de esquela, incontables textos han nacido entre mis dedos.
Ripios, romances de ciego, textos con gancho para SEO, artículos para blog, panfletos, manifiestos, comunicados oficiales, conjuros, plegarias, comunicados extraoficiales, contenidos para RRSS, dedicatorias, autorizaciones, “saludas”, intenciones de veto, votos de desposorio, pies de foto, notas al pie…
¿Proyectos? Sólo los propios suman decenas. Ayudas, convocatorias diversas, residencias, becas, propuestas, dossieres de venta, informes de evaluación y seguimiento…
Folletos, programas y carteles, a razón de 90 por trimestre durante cuatro años… más los que habían llegado antes y los que vinieron después.
Novelas, relatos, ensayos… guiones, por supuesto; libretos o composiciones originales, si prefieres. Para presentaciones, eventos, pantallas o escenarios. Para ocasiones especiales, de empresa o artísticos.
¿Informes? ¿Recensiones? ¿Traducciones médicas? ¿Artículos? De divulgación, muchos; artículos científicos, prólogos, capítulos de libros…, también.
Tesis doctoral bastó con una, afortunadamente. Me condujo a otro libro y a revisiones de tesis y tesinas ajenas. Memorias, programaciones didácticas y proyectos curriculares… Libros blancos, un par de ellos planteados.
¿Quejas? ¿Reclamaciones? ¿Solicitudes? ¿Ruegos? No imaginas hasta qué punto estoy familiarizada con ellos. Son escritos exigentes en detalle y precisión, abundantes en formulismos áridos y protocolarios. Forman parte de nuestro cotidiano, pero generalmente provocan hastío y pereza porque los percibimos precisamente como trastorno o molestia del cotidiano. Siempre tenemos algo mejor que hacer que rellenar una solicitud o redactar un escrito de reclamación, ¿verdad? Bien lo saben los que te piden cumplimentarlos y cuentan con que muchos desistiremos antes de iniciar el procedimiento por lo tedioso que es en sí y lo más tedioso que seguirá siendo, sobre todo si prospera.
No te rindas: tu pertinaz presencia escrita es tu mejor baza contra la inacción o el silencio. Todo lo que escribas puede ser interpretado en tu favor si lo haces en la forma y el momento adecuados.
¿Necesitas ayuda con una reclamación, solicitud o ruego?
Es muy importante expresar clara y concisamente lo que pides o reclamas. Que llegue a buen puerto, depende muchas veces de cómo escribes el texto.
¿Libros?
Cómo no, cuando hubo ocasión, más de uno, de ficción y no ficción. ¿Libros ajenos? Decenas han pasado bajo mi ojo corrector. Espero que vengan decenas más: aprendo más cada vez, con cada nueva lectura ajena, con cada pequeño giro, cada posible cambio de sustantivo o de adverbio que se me presenta.
Gracias, Luis Prendes, por los muchos y constantes caminos que me abriste sin saberlo.
Gracias a todos los que me habéis ayudado a cerrar mi vuelta completa alrededor del texto y gracias a ti, por completarla con tu lectura -o escucha-.
¿Qué quieres hacer con tu texto, de acuerdo a su naturaleza y objetivo?
Recuerda: tú decides. ¡Yo acompaño!