La investigación me ha enseñado mucho acerca de la profundidad, el alcance, las dimensiones poliédricas de cada objeto y el largo plazo, tan distinto de la inmediatez que a menudo se demanda en el día a día. Poco tiene que ver el verdadero aprendizaje con la inmediatez, sin embargo.

La gestión cultural me ha ofrecido la oportunidad de buscar, formar y ver crecer a un público, a muy diferentes públicos, desde la nada. La dirección artística de Ciudad Lineal:Línea Artes fue todo un desafío, una experiencia ardua, intensa y maravillosamente fructífera, mano a mano con grandes profesionales.

A esos cuatro años de diario contacto con públicos diversos siguieron ocho como miembro del consejo asesor de la Dirección del Centro Dramático Nacional. De algún modo fue un complemento idóneo: allí había un público ya formado, algunos públicos. Me vino de perlas, también, para tomar el pulso a la escritura y los diseños escénicos más rabiosamente actuales.

Finalmente sumemos mi propia batalla con los textos y la escritura, cómo no, mi experiencia directa en muy diversos géneros y estilos que se prolonga ya más de un cuarto de siglo, aunque gusta de centrarse en el teatro. La escena me atrapa irremediablemente, da forma a mis ideas y pensamientos y me ofrece un mundo nuevo cada vez. Apasionante la posibilidad de acompañar a otros en esta aventura, contagiarla, reinventarla, redescubrirla.